Como todas las capitales escandinavas, Copenhague se viste con sus mejores galas para celebrar la Navidad.
Las celebraciones navideñas comienzan el 1 de diciembre, cuando en
la Plaza del Ayuntamiento se procede al encendido oficial de las luces del enorme abeto que la preside.
Muchas de las plazas de la ciudad se transforman en improvisadas pistas de patinaje sobre hielo y, en cada esquina, se instalan pequeños tenderetes que ofrecen los productos más típicos de la Navidad.
Aunque el Mercado de Navidad de Dem Gale en el casco antiguo cuenta con 300 años de antiguedad, el lugar más típico para vivir la
Navidad es el Tivoli, uno de los parques de atracciones más antiguos del mundo, inaugurado en 1843 y situado en pleno centro de la ciudad (Vesterbrogade 3), habitualmente cerrado en invierno, abre sus puertas desde el 11 de noviembre hasta el 30 de diciembre, adornado con miles de árboles navideños, y donde, además de las docenas de bares, restaurantes y cafeterías que ofrecen comidas típicas navideñas, podrás disfrutar de música en vivo, obras de teatro, musicales, una pista de patinaje sobre hielo y por supuesto de los famosos mercadillos navideños cada uno dedicado a un tema.
Algo especial
Si puedes, acércate a Christiania, en Grey Hall, el barrio hippie de
Copenhague. Allí el mercadillo de Navidad ofrece velas, aromas, joyería, ropa y artesanía, además de comida exótica. Estará abierto del 10 al 20 de diciembre. |