La Navidad en Escocia es una tradición relativamente nueva, ya que hasta 1970 no se convirtió en una fiesta oficial, pero desde entonces estas fiestas han adquirido un autentico estilo escocés, llenándose de originalidad e impregnándose de tradiciones únicas.
Sin duda una de las ciudades que ofrece un escenario natural mágico para la celebración de la Navidad es Edimburgo que, cuando llegan estas fechas, se transforma y ofrece uno de los mejores festivales de Europa.
Las actividades tienen lugar en los famosos jardines de Princes Street, donde se instala una gigantesca noria, y la ciudad destella con la selección de celebraciones, de 'chic shopping' y de alta gastronomía,
todo colocado en el telón de fondo de esta ciudad histórica.
Los festejos empiezan con un desfile de carrozas que atraviesa el centro histórico de Edimburgo.
Abajo del Castillo de Edimburgo, una variedad de mercadillos especiales convierten la ciudad en un destino único para ir de compras.
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Los escoceses celebran el final del año con tres días de antelación, en la tarde del 29 de diciembre con el famoso Desfile de Antorchas, una celebración de música y luz, donde miles de personas llevan en sus manos antorchas encendidas que agitan a lo largo de la ciudad, justo detrás de un barco vikingo hecho de madera.
El evento, que recuerda a un festival vikingo tradicional, comienza en las puertas de St Giles Cathedral en la Royal Mile para bajar hasta Princes Street y terminar en Calton Hill. Una vez allí, se procede a quemar el largo barco en una hoguera gigante. |