El vino caliente con canela, las castañas asadas, el azúcar y sus múltiples formas y los adornos navideños artesanos han hecho de los mercadillos navideños austriacos unos de los más famosos de Europa.
El más tradicional se levanta ante el Ayuntamiento de Viena, presidido por un abeto gigantesco que cada año llega de un rincón distinto del país. El nombre de este famoso mercadillo no puede ser más navideño: 'Christkindlmarkt (que traducido significa 'Niño Jesús').
Pasear entre sus más de 145 puestos es una auténtica delicia, porque se pueden admirar todo tipo de decoraciones, figuritas, juguetes y muchos productos artesanales.
Y si después te apetece, date una vuelta por la muestra de belenes
que se exhiben en las arcadas del Ayuntamiento o aprovecha para asistir a algún recital de música, hay decenas para elegir cada día.
Espiritual y musical, la Navidad vienesa prolonga durante cinco semanas las celebraciones que conmemoran el nacimiento de Jesús.
La madera, la nieve, el olor a ponche y el vals transforman en un cuento la capital del país alpino durante estos días de invierno.
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Si puedes, disfruta de un ambiente sofisticado eligiendo entre el famoso
Baile del Emperador, en el Palacio Imperial de Viena, o para empezar el año con buen pie, nada como el alegre ritmo del Concierto de Año Nuevo de Viena, todavía puedes conseguir una entrada |